jueves, 9 de agosto de 2007

Masajes en pareja

Aprende a tocar a tu compañero guiada por las manos expertas de un masajista profesional. Disfrutar del placer del tacto en compañía de tu pareja, ofrece otra dimensión del masaje. En principio, se trata de un regalo especial, sólo parejas. Toda una experiencia de tacto y afecto, que te enseñará nuevas caricias para compartir juntos. Es un auténtico homenaje que aumenta el placer y el conocimiento del cuerpo de tu compañero. ¿Quién mejor que un masajista experto para enseñarte la mejor forma de tocar? El objetivo es aprender a dar masajes relajantes sin riesgos. Puro placer para todos los sentidos, no sólo el del tacto, también vista, oído y olfato, porque la sesión se escenifica dentro de una atmósfera relajante. Antes de comenzar, encendemos una barrita de incienso aromático para que perfume todo el ambiente, invitándonos a un clima de relax. Luz tenue y un poco de música de sonidos de la naturaleza: olas, trinos de pájaros, etc. Es importante que el tipo de música elegida sea al gusto de ambos. Después, el lugar para tumbarse debe ser cómodo tanto para el que se encuentra en posición horizontal como para el miembro de la pareja que le toca el turno de dar el masaje. Lo ideal sin duda es una camilla un poco alta.
Protocolo de la sesiónLo primero frotarnos las manos y aplicar un aceite aromático corporal con virtudes sedantes, por ejemplo: lavanda, vainilla, jazmín, etc. El terapeuta dirige la sesión comenzando a masajear el cuerpo de uno de los miembros de la pareja sobre la camilla. Ambos masajeados se dan el masaje en bañador o ropa interior. Después el masajista cubre el cuerpo con toallas y deja desnuda sólo la parte del cuerpo que está masajeando en cada momento. De esta manera, resulta más agradable y menos violento por ambas partes. Además, hay que tener en cuenta que cuando recibimos un masaje relajante, la temperatura corporal desciende y podemos sentir frío y estar algo más vulnerables a un vulgar constipado. Teoría y práctica del masajeLa principal diferencia con un masaje habitual consiste en que el masajista va explicando el proceso y dando las indicaciones pertinentes zona por zona, con el fin de que el compañero vaya aprendiendo las particularidades de cada parte del cuerpo. El profesional instruye al observador sobre todo en el modo correcto de realizar los pases de manos por cada zona, distinguiendo los músculos y los puntos sensibles de la columna vertebral. También es importante el ritmo del masaje y el nivel de presión que podemos realizar en cada punto. Cómo el objetivo es relajarnos y no se trata de un masaje sensual, deportivo o terapéutico queda fuera el pecho y el abdomen por ser dos zonas muy delicadas y difíciles de tratar. Es preferible dejarlas al margen porque sólo se deben tocar por profesionales para evitar errores.
Masaje a cuatro manos: En paralelo y de la manera más sincronizada posible, tu compañero intentará seguir la pauta de masaje en un lado del cuerpo al mismo tiempo que el masajista lo hace en el otro. Tú, por tu parte estas recibiendo el impulso energético de cuatro manos actuando sobre tu cuerpo de manera simétrica sobre ambas piernas, brazos, etc.